Capitán de barco

 


El uso de la tecnología en cualquier ámbito está en auge, pero ¿la incorporación de dichas tecnologías es siempre beneficiosa?

Imaginémonos una aplicación que permita que la persona entrenadora de un equipo de deporte profesional sea todo el estadio. Las personas seguidoras del equipo se organizan entorno a una aplicación digital donde, colectivamente, toman las decisiones sobre la alineación, la estrategia, las posiciones o los cambios. La aplicación también podría incorporar big data, análisis estadísticos y comparativos, así como salas donde se discuta el conocimiento experto. Pero la decisión es colectiva. ¿Esa sustitución de la persona entrenadora por el colectivo, sería beneficiosa o perjudicial para el equipo?

Desde mi punto de vista sería perjudicial. El uso de diversas aplicaciones para mejorar la calidad del entrenamiento, y estas serían beneficiosas, pero sin dejar de lado a la persona física que lo dirige, en este caso el entrenador. De la misma manera que ninguna aplicación o máquina puede sustituir el criterio profesional de un médico (que es parte del equipo de entrenamiento), tampoco creo que se pueda sustituir al entrenador, al capitán del barco.

Centrándonos en el Futbol Profesional, aunque es equiparable para cualquier otro deporte, hay varias razones que me llevan a pensar lo perjudicial de no contar con la presencia física de un entrenador.

Actualmente, equipos multimillonarios que pueden costearse cualquier mejora tecnológica no se valen de algo como es sustituir la decisión de un entrenador por la colectiva. Este hecho nos hace pensar que la opción de la App por algo no será tan buena. En el deporte, el contacto personal y humano es imprescindible. Es necesario transmitir a los jugadores reglas, valor y ética. La interacción y cooperación social en el deporte es muy importante, así como la implicación y la empatía. Podemos hablar también de la creatividad, del trabajo en equipo, la colaboración entre compañeros, la empatía con el míster, que no es lo mismo desde una App que de tú a tú. Esto son característica que tenemos los humanos, de modo que son habilidades y capacidades que no puede reemplazar una aplicación. Por ejemplo: el entrenador convencional puede motivar a su jugador en cada sesión de entrenamiento, guiándole en cada ejercicio, incluso cuando éste no tiene su mejor día.

Por otro lado, a mi entender, hay puestos de trabajo como es el del entrenador, que requieren iniciativa, resolución de problemas y liderazgo. Mediante la App esto no se consigue ya que todos opinan, pero nadie manda. Quizás, si todo va bien, es fácil que el colectivo se ponga de acuerdo en el rumbo a seguir, porque sería seguir igual. Pero ¿y si la cosa va mal? Las opiniones siempre son diversas, por lo que, de contar con la App, un día podría optarse por una opción A y al siguiente por otra opción B. Esto no daría seguridad al equipo, ya que no sabría bien que rumbo llevar. Es necesario el papel del entrenador (y cuerpo técnico) que idea un plan inicial coherente que se sigue, modificándolo si se ve necesario, pero siempre mediante el liderazgo y la confianza.



Jagoba Arrasate: nuestro capitán del barco


La utilización de tecnologías o Inteligencia Artificial puede ser de gran ayuda y puede mejorar el deporte profesional, pero sin dejar de lado el equipo humano imprescindible por todo lo que puede aportar, algo que todavía no puede hacerlo la I.A.

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