La historia vista a través de objetos

 

En la conferencia “El alentó de las piedras verdes:historias globales de jade”, Miruna Achim nos habla de un proyecto sobre el origen y la evolución de las piedras Jade.

Miruna Achim escribió el libro “From Idols to Antiquity:Forging the National Museum of Mexico”, que trata la historia cultural del museo de México y del coleccionismo de antigüedades en el s.XIX en México. La escritura del libro le llevó a seguir un hilo sobre cómo se construyen las antigüedades mexicanas. Así apreció que no hay nada intrínseco, ni siquiera la materialidad, en las antigüedades mexicanas. Las antigüedades mexicanas fueron tomando forma, sentido y valor tanto cultural como político o comercial.

El hilo que tejió tras escribir el libro le llevó a trabajar no con los objetos en sí sino con representaciones.  Para ello empleó diferentes tecnologías de papel como inventarios, dibujos o descripciones, además de con replicas y falsos.

Sus estudios le llevaron a mejorar y valorar la apreciación sensorial de los objetos a través de sentidos como la vista o el tacto. Finalmente, el libro sobre el Jade suscitó un interés que le llevó a ver la historia a través de esta piedra.

Ver la historia de la ciencia a través de un objeto nos permite conocer más profundamente esa historia ya que podemos ver como se transmiten los conocimientos entre diferentes culturas.

Una manera de indagar en la historia es conocer el origen real de esos objetos, de cómo se han movido por diferentes continentes o dónde se han descubierto o re-descubierto. También es importante ver los múltiples usos que se les da a los objetos a lo largo de la historia, dependiendo del lugar y la época en el que se encuentren. Por ejemplo, en el caso de la piedra Jade, inicialmente los indígenas la empleaban como un utensilio medicinal. Ese valor medicinal se cuestionó a partir del s.XIII, pero se le vuelve a dar en los siglos XIX y XX. Como muchos otros objetos o materiales tras la conquista, esta piedra se importó a España. En Sevilla, Nicolas Monarde en su libro escrito en 1565, en el cual la denomina “piedra de yjda”, también le atribuía propiedades medicinales.

Como se puede ver, el movimiento de los objetos o materiales permite un movimiento también del conocimiento. Las diferentes culturas van apropiándose de costumbres de otras. Esto nos permite entender la evolución y los múltiples usos que se le puede dar al mismo objeto.

A su vez, este movimiento intercultural hace que un mismo objeto sea denominado con diferentes nombres dependiendo del entorno o país en el que se encuentre. Estos nombres no son solo simples nombres. Estos nombres llevan detrás sesgos de cada cultura. Dejan rastro de cómo son vistos en cada lugar, ya que la mirada difiere dependiendo del entorno en el que se encuentre.

Por todo esto, el estudio de los objetos y materiales como el caso de la piedra Jade nos permite apreciar la conexión entre diferentes culturas a través de ellos.