Belleza

 










El concepto de belleza ha ido cambiando a lo largo de los tiempos. A pesar de ello, la unión entre la estética y la proporción matemática en la belleza está presente desde los inicios en los pensamientos filosóficos, sobre todo en la Antigua Grecia.

Pitágoras estableció vínculos entre las matemáticas, la ciencia natural y la estética. Dio un valor mayor a las matemáticas, sosteniendo que el principio de todas las cosas está en los números. Con él nació una visión estético-matemática del universo: las cosas existen de manera ordenada siguiendo las leyes matemáticas, de no hacerlo, no existirían. Es por ello que las matemáticas son una condición de existencia y de belleza. Las matemáticas están presentes en las proporciones que se encuentran en la naturaleza. Este pensamiento perduró en el pensamiento sobre la belleza.

Más adelante, Platón desarrolló el concepto pitagórico de belleza, la cual estaba ligada a armonía, medida y proporción.

En el Renacimiento se le puso nombre a este fenómeno: proporción áurea. También conocido como divina proporción, el número áureo se representa con la letra griega Φ. Es un número irracional. Este video nos permite familiarizarnos en solo dos minutos con este número: El número Oro (1.61803398874988…)



Esta proporción la podemos encontrar además de en figuras geométricas, en diversos seres de la naturaleza como por ejemplo en el girasol. Esta imagen, por ejemplo hipnotiza. Ese orden convierte al girasol, al igual que otras flores, en elementos preciosos.


Considerando la belleza que proporcionaba seguir dicha proporción, se empleó para la construcción de templos. Siguiendo esto se han construido a lo largo de la historia desde las pirámides egipcias a Notre Dame o el Taj Mahal. En la imagen podemos observar la perspectiva más conocida del Taj Mahal. Perfecta simetría en un monumento de dimensiones extraordinarias. 



 

 Vitruvio, un arquitecto escritor e ingeniero romano del siglo I a.C., veía la arquitectura como un equilibrio entre Venustas (belleza), Firmitas (firmeza) y Utilitas (utilidad). En lo referente a la belleza sostenía que “Es imposible que un templo posea una correcta disposición si carece de simetría y de proporción, como sucede con los miembros o partes del cuerpo de un hombre bien formado”.

El pensamiento de Vitruvio fue nombrado por Leonardo da Vinci en su Tratado de pintura. Basado en este pensamiento, el famoso pintor realizó “el hombre de Vitruvio” sobre 1490.

En la representación, además del dibujo, aparece un texto:

‹‹ Vitruvio el arquitecto, dice en su obra sobre arquitectura que la naturaleza distribuye las medidas del cuerpo humano como sigue: que 4 dedos hacen 1 palma, y 4 palmas hacen 1 pie, 6 palmas hacen 1 codo, 4 codos hacen la altura del hombre. Y 4 codos hacen 1 paso, y que 24 palmas hacen un hombre; y estas medidas son las que él usaba en sus edilicios. Si separas las piernas lo suficiente como para que tu altura disminuya 1/14 y estiras y subes los hombros hasta que los dedos estén al nivel del borde superior de tu cabeza, has de saber que el centro geométrico de tus extremidades separadas estará situado en tu ombligo y que el espacio entre las piernas será un triángulo equilátero. La longitud de los brazos extendidos de un hombre es igual a su altura. Desde el nacimiento del pelo hasta la punta de la barbilla es la décima parte de la altura de un hombre; desde la punta de la barbilla a la parte superior de la cabeza es un octavo de su estatura; desde la parte superior del pecho al extremo de su cabeza será un sexto de un hombre. Desde la parte superior del pecho al nacimiento del pelo será la séptima parte del hombre completo. Desde los pezones a la parte de arriba de la cabeza será la cuarta parte del hombre. La anchura mayor de los hombros contiene en sí misma la cuarta parte de un hombre. Desde el codo a la punta de la mano será la quinta parte del hombre; y desde el codo al ángulo de la axila será la octava parte del hombre. La mano completa será la décima parte del hombre; el comienzo de los genitales marca la mitad del hombre. El pie es la séptima parte del hombre. Desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla será la cuarta parte del hombre. Desde debajo de la rodilla al comienzo de los genitales será la cuarta parte del hombre. La distancia desde la parte inferior de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas es, en cada caso, la misma, y, como la oreja, una tercera parte del rostro ››

En otro de los retratos famosos de Leonardo Da Vinci, “La Gioconda” también podemos apreciar la importancia que el autor daba a las proporciones. Siempre he sabido que este cuadro tenía algo especial, algo que te envuelve... 



Durante el barroco, la belleza del arte radicaba en la exageración en lugar de lo natural. A pesar de ello, la belleza seguía basándose en las proporciones y el número áureo seguía presente. Esto podemos verlo en uno de los retratos barrocos más conocidos: “Las Meninas” de Velázquez. No es sólo un cuadro donde se ven a varias personas incluido el autor. El cuadro tiene más sentido que el apreciable a simple vista. Los detalles están cuidadosamente medidos, ¿o fue por casualidad? Sea como sea, sin duda, es un cuadro eclipsante.

 


 

A lo largo de la historia y de diferentes elementos podemos observar que por algún motivo la belleza y las proporciones siempre han ido de la mano. La proporción divina está en muchos lugares que denominábamos bellos sin habernos dado cuenta de ello.

¿Qué tiene esta proporción que tanto estimula y llama la atención de nuestro cerebro sea la época que sea?


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