Mascarillas en tiempos de pandemia
En la página web de Union of Concerned Scientists aparecen noticias de diversos temas. Entre ellas se puede ver la siguiente: “Masks: What the Science Says, and What Lies Ahead”.
Es una noticia escrita por Taryn MacKinneyk, una
investigadora del Centro para la Ciencia y la Democracia de la UCS donde
estudia el uso y el mal uso de la ciencia.
El post trata sobre el nuevo complemento del que todos hacemos uso, las
mascarillas.
Hace referencia a como ha ido evolucionando la perspectiva
respecto a este objeto. No olvidemos que inicialmente era importantísimo llevar
guantes, pero la mascarilla, mientras se respetase algo la distancia tanto en
interior como en exterior, no era obligatoria ni tan importante. Según ha ido pasando
el tiempo se ha ido cambiando esta perspectiva y actualmente la idea es clara, siempre
con mascarilla mejor.
Es importante entender como se propaga el virus. No sólo se
propaga por partículas pesadas que caen
al suelo y hagan que con la distancia se
limite la propagación, sino que se ha ido demostrando que hay otras partículas
minúsculas capaces de “flotar”, los denominados aerosoles. Ante estos
aerosoles, la distancia no detiene la propagación, por lo que el uso de
mascarilla se hace indispensable.
En la noticia se reflejan datos de como el uso de la
mascarilla si es efectivo, reduciendo casos de contagios tras el comienzo de su
uso. También hace evidente que aunque mejor cualquier mascarilla que ninguna,
no todas son igual de efectivas debido al material o tejido empleado en el caso
de las de tela ya que el hilado permite el paso de ciertas particulas como bien
explica Deborah García en el artículo “Cuestión
de tamaño: por qué no usar mascarillas caseras de tela”
Pero no todo depende del material de la mascarilla, sino del uso (o el mal uso) que les demos a estas. Debemos saber usarlas ya que de nada vale tener la mejor mascarilla si no la llevamos bien ajustada o la estamos continuamente manipulando o dejando en cualquier superficie posiblemente contaminada.
Como bien he dicho, los consejos a seguir respecto a la pandemia
han ido cambiando con el paso del tiempo según se iban conociendo más detalles.
Estos cambios han generado en la sociedad cierta desconfianza debido a que ¿Por qué antes no y ahora sí?
En el artículo de UCS hace una reflexión que todos deberían
tener en cuenta. La ciencia sigue un curso desordenado, con contratiempos,
errores e incertidumbres en el proceso de cualquier investigación científica.
Esto generalmente está oculto al público. Lo diferente en este caso es que no
está oculto, todo es público según va ocurriendo y tenemos que ser conscientes
de que esto no quiere decir que la ciencia esté equivocada, sino que es su
proceso natural.
“Lejos de ser una debilidad, la fuerza de la ciencia es su capacidad para crecer, cambiar y construir nuestro conocimiento colectivo sobre el mundo. Y a medida que los científicos aprenden más, debemos seguir escuchando y adaptándonos.”
Cada día más personas enferman y, desgraciadamente, siguen
falleciendo un elevado número de personas en el mundo. Por eso mismo, debemos
hacer un trabajo de entendimiento y de confianza, seguir las recomendaciones de higiene, distancia y mascarillas haciendo un esfuerzo no únicamente por nosotros mismos, sino también por los que nos
rodean.
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