¿Historia de la ciencia o de las ciencias?


En el artículo de José Luis Pesset “Casi cien años de la historia de la ciencia (o de las ciencias)” (Asclepio LXI(2):249-260 , 2009) se presenta una pregunta: ¿deberiamos hablar de historia de la ciencia o de las ciencias?

¿Conlleva alguna diferencia tratarla en singular o en plural? La diferencia es mayor que lo que podríamos llegar a pensar inicialmente.

En general se relaciona la palabra en plural con las ciencias humanísticas mientras que la ciencia en singular se liga más a la física, química, biología etc.

Hablar en plural nos lleva a imaginar que existen varias ciencias independientes una de otra. Tras leer el texto considero que realmente estas no son independientes, al contrario, son dependientes unas de otras. Existen conexiones entre ellas. La historia nos ha demostrado que avances en algunas ramas condicionaban antiguamente otras ramas. Históricamente hemos visto mucho enlace entre la filosofía y la física tratando de esclarecer el inicio del ser humano.

Otro ejemplo de la dependencia entre dos ramas de ciencia a priori diferentes es el arte y la química. Los monumentos están formados por diferentes materiales de diferente maleabilidad dependiendo del objetivo final que se desee, materiales más o menos oxidantes dependiendo del entorno en el que se vayan a depositar, pinturas donde los pigmentos están “pintan” más o son más o menos intensos…  Según avanza el descubrimiento de materiales y las posibles reacciones químicas, las propiedades aplicables al arte se van viendo mejoradas.

Ejemplos así me hacen ver que por muy contrarias que parezcan ciertas ramas, llegan a estar estrechamente conectadas.

Por este motivo estoy de acuerdo con usar el singular tratando cada ciencia concreta como rama de una ciencia general.

Deberíamos hablar empleando el término historia de la ciencia y no de las ciencias para conocer la historia de un global y entender así como se ha ido formando y evolucionando el mundo científico como lo conocemos, apoyándose unas ramas en otras. El progreso de una rama concreta permite el progreso de la ciencia como conjunto.

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