Mi momento espæcial

Nací en 1992, 23 años después de que el Apolo 11 llegase a la Luna y tras muchos años de descubrimientos y misiones espaciales. 

En mi infancia, el espacio no se veía tan lejano y las noticias que llegaban no acaparaban los telediarios, sino que, dentro de su excepcionalidad, eran tratadas como una noticia más entre guerras y terrorismo. 
Quizás eso de crecer viéndolo como algo más fue el motivo por el que no se generó esa curiosidad. Recuerdo noticias aisladas, especialmente sobre marte, pero no creo que le pueda denominar momento espæcial. 

En mi opinión, el momento espæcial es ese momento que te hace sentirte conectado con el espacio, que te hace querer saber más sobre el. Por ello no puedo considerar que las noticias relacionadas con la exploración espacial hayan supuesto para mí un momento espæcial. 
Sin embargo, a pesar de no ser un hecho histórico ni un nuevo descubrimiento, sí tengo un momento, o muchos, espæciales. 

Cada año, cuando era una niña y el verano era eterno, siempre había dos fechas señaladas: fiestas del pueblo y la lluvia de estrellas. 
A pesar de poder verse a diario, la primera quincena de Agosto estaba marcada por las lágrimas de San Lorenzo. Momento en el que mi padre me llevaba a las afueras del pueblo a quedarnos mirando el cielo mientras me contaba, al principio, cuentos de cerditos en planetas y, con el paso de los años, me hablaba de las constelaciones. Fueron pasando los años y, ya fuera con él o con amigas, la tradición de ir a ver esas lágrimas siguió existiendo.  

Pero ¿qué son las lágrimas de San Lorenzo? 

Realmente se tratan de perseidas que reciben el nombre de lágrimas de San Lorenzo debido a que la fecha de alta actividad coincide con el santoral, el 10 de agosto. Al tener lugar en la fecha de recuerdo del Santo, en la Edad Media y Renacimiento se asoció a las perseidas con las lágrimas que este vertió al ser quemado en la parrilla, de ahí el popular nombre “lágrimas de San Lorenzo”. 
Las perseidas son causadas por partículas producidas por el cometa Swift-Tuttle. Cada año en las mismas fechas, debido al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, nuestro planeta se encuentra con la acumulación de partículas. 

En este video se puede observar una grabación en directo de este fenómeno en 2018 desde e obervatorio del Teide. En el momento 1 hora 20 minutos 30 segundos se puede visualizar una perseida real:



Actualmente pienso en esos ratos con nostalgia: trabajar de noche o de mañana levantándome a las 5 de la mañana me ha privado estos últimos años de gozar de esos momentos. 
Mi momento espæcial, que seguro repetiré cuanto antes mientras voy teniendo otros nuevos apreciando la grandeza del espacio en el que nos encontramos.



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