Neuroeducación


Actualmente, todo lo que lleva un prefijo suele llamar la atención, presuponiendo que es mejor o más beneficioso. Esto lo vemos cada vez más, por ejemplo con ““eco-…” o “neuro-…”

Con el prefijo neuro, están surgiendo multitud de disciplinas  relacionadas con el desarrollo de la mente en diferentes aspectos. O no, ¿o es solo marketing?

Vamos a ver el ejemplo de neuroeducación.

La neuroeducación es una disciplina que estudia el papel que juega el cerebro en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes y pretende trasladar el avance en la investigación en neurociencias al aula.

En la neuroeducación se ven involucradas tres ciencias: neurociencias, psicología y pedagogía. Es necesaria esta fusión ya que su principal fin es mejorar la educación a través de la educación de cada cerebro trabajando la importancia de los movimientos, los retos o las emociones.  

Los beneficios de la neuroeducación se basa en:

-Tener más información no implica aprender más. Saturar al alumno con información le lleva a un bloqueo que no le permite seguir aprendiendo. En este punto entra en juego la nueva manera de educar que debe tener el profesor. El profesor es el responsable de presentar la información de manera reducida, tratando lo importante y profundizando en ello.

-El cerebro necesita novedades:  Nuestro cerebro busca cosas distintas que capten su atención. De no ser así se “aburre”, lo que conlleva menor capacidad para atender y aprender. La nueva manera de aprendizaje debe alimentar esa ansia de novedades, motivando al cerebro a aprender.

-Las emociones positivas ayudan a aprender: Si algo diferencia a esta educación de la actual es la importancia que se le da a las emociones, ya que relaciona el aprendizaje con la motivación y para obtener dicha motivación entran en juego las emociones.  Por ejemplo, emociones como estrés o ansiedad impiden que las memorias se estabilicen en el cerebro.

-Los errores son una parte fundamental del aprendizaje: A diferencia del pensamiento actual de que fracasar es un desastre, para la neurociencia es algo esencial. Al no tener miedo al error se funciona mejor y, de errar, se puede aprender de ello. La neurociencia defiende no centrarse en el error, crear una nueva ruta neuronal que no se base en memorizar y puntuar en el examen que llevan al error, sino en la creatividad y en la resolución de problemas.

Respecto a este tema, hay opiniones contradictorias. Como afirma Robert Hood, profesor de psicología en la Universidad de Bristol : “La neuroeducación seduce a la gente, hace pensar en algo complejo y científico. Se ha invertido mucho dinero en la neuroeducación, pero hay muy pocas pruebas de que funcione y hay muchos malentendidos al respecto. No creo que entender el cerebro explique algo que no se pueda entender con la psicología y las ciencias del comportamiento”.

Además, que algo esté demostrado en un laboratorio no quiere decir que pueda funcionar en la vida real. Según Daniel Willingham “Los laboratorios son sencillos porque podemos controlar todas las variables, mientras que las clases son complejas.”

Tras ver pros y contras, podemos decir que lo denominado neuroeducación es una ciencia que puede aportar mucho en las aulas, pero que todavía quedan muchos pasos que dar para poder llevarla a cabo. ¿Podrá algún día ser posible?


Fuentes:


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