¿A que sabe el café?

La percepción es la forma en la que el cerebro detecta las sensaciones que recibe a través de los sentidos para crear  una idea de las realidad física de su entorno.

El sentido del gusto es el encargado de hacernos detectar sustancias a través de receptores gustativos, es decir, nos permite reconocer los sabores de diferentes alimentos o bebidas.
Esto es posible gracias a las papilas gustativas presentes en la lengua:

Que placer poder apreciar esas diferencias de sabores! Pero... ¿son reales? ¿El sabor de un rico café es el mismo para tí que para mí? La respuesta es fácil... no. 

Entonces, ¿Nos engaña nuestra mente? 

Es aquí donde entra lo descrito inicialmente: la percepción. 

El sabor no es únicamente algo que nuestras papilas gustativas detectan y trasmiten al cerebro, sino que hay varios factores que interfieren en la percepción de los sabores, como por ejemplo otros sentidos como olfato o tacto.

Cuando saboreamos algo, en realidad el componente olfativo es mucho más importante que el gustativo, a pesar de que solemos pensar lo contrario. 

En el día a día esto se hace más que evidente. Por ejemplo, al estar resfriados dejamos de notar sabores, todo sabe a nada, y esto se debe a que la congestión nasal "anula" el sentido del olfato.

El gusto y el olfato son sentidos independientes, y aún así , como en el ejemplo, uno engaña a otro. Entre diferentes personas, los sabores llegarán al cerebro de diferente manera. En un mismo individuo, un mismo alimento podría hacer sentir sabores diferentes dependiendo de la situación en la que se encuentre el mismo.

De este modo, vemos que las realidades que creemos indudables, realmente son subjetivas, vienen determinadas por la percepción que cada individuo tenga en un momento determinado. 

Esto tan sólo es un ejemplo de como la realidad no es tan real dependiendo de como se mire, dependiendo de la percepción que cada persona obtenga. Así que a partir de ahora atención, no sólo hay que ver para creer.