Pompas de jabón
Día primaveral en el parque, niños jugando sin
parar con algo que por mucho que pasen los años, no pasan de moda: las pompas
de jabón.
¿Qué niño no ha alucinado sacando cientos de
pompas, con sus colores, formas y explosiones incluidas? Pero, ¿realmente las pompas de jabón son únicamente
cosas “infantiles”? Si nos ponemos a
pensar y mirar detenidamente las pompas de jabón, esas esferas no se forman de
casualidad, tienen detrás un fenómeno físico-químico digno de mencionar.
Para entender la forma esférica de las pompas
de jabón, tenemos que empezar siendo conscientes de que las gotas de agua de
por sí son esféricas debido a la atracción de las moléculas de agua entre si
mismas y la tensión superficial que esta atracción provoca. Es necesario disminuir esa atracción para poder introducir el aire. Para
separar las moléculas de agua, se hace uso de un tensioactivo, el más común es
el jabón, que permite que las moléculas de agua se introduzcan entre las del
jabón, separándolas entre ellas y dotando al conjunto de cierta estabilidad. Las
burbujas tienden a ser esféricas para encontrar la geometría más estable, la
que menor superficie posee y la cual tiene la misma presión en todos los puntos.
De este modo, nos imaginamos el conjunto de agua-jabón como esferas perfectas,
pero no nos podemos olvidar de que el sistema dónde las observamos no deja de
estar sujetos a diferentes fuerzas: la gravedad, el rozamiento.. Estas fuerzas a las que son sometidas las
frágiles esferas hacen que su geometría perfecta se vuelva imperfecta y con
ello, deje de ser estable, desapareciendo ante nuestros ojos.
Y no solo es llamativa la composición y
geometría de las pompas de jabón, sus colores cambiantes y vivos, sin necesidad
de ningún colorante, es otro tema a tratar.. Quién tenga curiosidad puede profundizar
sobre este fenómeno aquí.
Mientras, sigamos maravillándonos de cosas tan
simples y fascinantes como una pompa de jabón.
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